"Acometieron unidos los teucros, siguiendo a Héctor que deseaba ir en derechura a los aqueos. Como la piedra insolente que cae de una cumbre y lleva consigo la ruina, porque se ha desgajado, cediendo a la fuerza de torrencial avenida causada por la mucha lluvia, y desciende dando tumbos con ruido que repercute en el bosque, corre segura hasta el llano y se detiene allí, a pesar de su ímpetu; de igual modo Héctor amenazaba con atravesar fácilmente las tiendas y naves aqueas, matando siempre, sin detenerse hasta el mar; pero encontró las densas falanges, y tuvo que hacer alto después de un violento choque. Los aqueos le afrontaron; procuraron herirle con las espadas y lanzas de doble filo, y apartáronle de ellos; de suerte que fue rechazado, y tuvo que retroceder." (Hom.)
"Las malas acciones no prosperan, y al veloz el tardo alcanza. He aquí a Hefesto que, aunque cojo, ha apresado con su ingenio a Ares, el más veloz de los dioses que pueblan el Olimpo, y ved cómo se hará pagar una multa." (Odisea)
Testimonios (martyria)
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El Retorno del Jedi (1983)
"No puedes escapar a tu destino. Debes enfrentarte a él." (El retorno del Jedi)
"Acometieron unidos los teucros, siguiendo a Héctor que deseaba ir en derechura a los aqueos. Como la piedra insolente que cae de una cumbre y lleva consigo la ruina, porque se ha desgajado, cediendo a la fuerza de torrencial avenida causada por la mucha lluvia, y desciende dando tumbos con ruido que repercute en el bosque, corre segura hasta el llano y se detiene allí, a pesar de su ímpetu; de igual modo Héctor amenazaba con atravesar fácilmente las tiendas y naves aqueas, matando siempre, sin detenerse hasta el mar; pero encontró las densas falanges, y tuvo que hacer alto después de un violento choque. Los aqueos le afrontaron; procuraron herirle con las espadas y lanzas de doble filo, y apartáronle de ellos; de suerte que fue rechazado, y tuvo que retroceder." (Hom.)
"Acometieron unidos los teucros, siguiendo a Héctor que deseaba ir en derechura a los aqueos. Como la piedra insolente que cae de una cumbre y lleva consigo la ruina, porque se ha desgajado, cediendo a la fuerza de torrencial avenida causada por la mucha lluvia, y desciende dando tumbos con ruido que repercute en el bosque, corre segura hasta el llano y se detiene allí, a pesar de su ímpetu; de igual modo Héctor amenazaba con atravesar fácilmente las tiendas y naves aqueas, matando siempre, sin detenerse hasta el mar; pero encontró las densas falanges, y tuvo que hacer alto después de un violento choque. Los aqueos le afrontaron; procuraron herirle con las espadas y lanzas de doble filo, y apartáronle de ellos; de suerte que fue rechazado, y tuvo que retroceder." (Hom.)