De ellas, la más importante es la diabetes, una dolencia en la que el paciente es incapaz de procesar el azúcar de manera normal. En un diabético, el azúcar tiende a acumularse en la sangre y a pasar a la orina.
Algunos médicos antiguos pudieron haberse percatado de que la orina de los diabéticos era dulce, cuando la orina normal no lo es. Cabe que la concentración de moscas sobre la orina del diabético suministrara el primer indicio.
El médico inglés Thomas Willis (1621-1675) fue el primero que, en época moderna, en 1670, observó la peculiaridad del sabor dulce. Naturalmente, reconocer y comprender los síntomas constituye un paso hacia la solución de cómo tratar una enfermedad, pero en lo que se refiere a la diabetes, el tratamiento no se adoptaría hasta siglo y medio después." (I. Asimov)