
"Deja marchar a mi pueblo... si tú no consientes en dejarlo marchar, golpearé todas tus regiones con ranas. Y el río vomitará ranas, y saltando entrarán en tu casa, en tus aposentos, en tus lechos, en los hornos, en las masas de harina; subirán sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo." (Éxodo)