"Hijo mío, aprenderás el arte de gobernar al pueblo, te enseñaré a no perder rastro de los movimientos del enemigo, debes caer sobre él como el águila cae sobre la perdiz." (Faraón)
"Los gobernantes egipcios podían emplear al pueblo para trabajar en proyectos públicos destinados a proclamar la grandeza de sus soberanos y, a través de éstos, de la nación y del pueblo. Tales proyectos servían también para que las generaciones futuras guardaran memoria de esa grandeza.
Así pues los gobernantes egipcios edificaron casas muy complejas (o palacios como ahora las llamamos). Al soberano se le daba el título de faraón, versión griega de una palabra egipcia que significa 'casa grande'. (El criterio es similar a nuestra actual costumbre de decir 'la Casa Blanca' cuando nos referimos al presidente de los Estados Unidos." (I. Asimov)