"Yo no increparía a un hombre tímido porque se abstuviera de pelear;
pero contra vosotros se enciende en ira mi corazón. ¡Oh cobardes! Con
vuestra indolencia, haréis que pronto se agrave el mal. Poned en
vuestros pechos vergüenza y pundonor, ahora que se promueve esta gran
contienda." (Hom.)