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Largovidente

"El próvido Zeus, de ancha voz, sobre el áureo trono se sentó, y bajo sus pies el elevado Olimpo se conmovió.
...Sentado aparte, ufano de su gloria, ni se preocupa ni se inquieta, pues asegura que entre los inmortales dioses es indiscutiblemente el mejor, por su vigor y por su brío." (Homero)