Ella también te toca |
"No era un dios quien atacaba Grecia, sino un hombre; y no había mortal alguno, ni lo habría en el futuro, para quien no fuera connatural la desgracia desde el mismo día de su nacimiento; y, cuanto más importantes son las personas, más importantes son sus desgracias. En consecuencia, el invasor, como mortal que era, también había de sufrir un revés en sus ansias de gloria." (Herodoto)
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