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Circulación de la sangre

"No estaba universalmente aceptada la idea de Galeno de que el corazón era una bomba simple, y de que había poros en el grueso tabique muscular que separa los ventrículos derecho e izquierdo.
En 1242, el erudito árabe Ibn An-Nafis escribió un libro en el que sugería que ambos ventrículos estaban totalmente separados. La sangre era bombeada por el ventrículo derecho a las arterias, y éstas la conducían a los pulmones. En estos últimos, las arterias se dividían en vasos cada vez más pequeños, dentro de los cuales la sangre tomaba aire de los pulmones. Los vasos iban luego a parar a otros vasos progresivamente mayores que convergían en el ventrículo izquierdo, del cual la sangre era bombeada a todo el cuerpo.
De esta manera, la bomba doble quedaba explicada. Se precisaba una de las bombas para los pulmones y la aireación, y la otra para el resto del cuerpo. An-Nafis había captado la circulación menor. Sin embargo, su libro no fue conocido en Occidente hasta 1924, por lo que no tuvo la menor influencia en los descubrimientos posteriores.
En 1553, el médico español Miguel Servet (1511-1553) publicó un libro en el que describía también la circulación menor. No obstante, la mayor parte del texto trataba de las concepciones teológicas de Servet, que eran unitarias. Habiéndose aventurado en Ginebra, regida por su enemigo mortal Juan Calvino, fue detenido y quemado en la hoguera.
Calvino trató entonces de destruir todos los ejemplares del libro de Servet, y sólo en 1694 fueron hallados algunos que habían escapado al fuego.
En 1559, el anatomista italiano Realdo Colombo (1516?-1559) fue la tercera persona que, de manera independiente, comprendió el mecanismo de la circulación menor. Su trabajo fue el primero en llegar a la profesión médica, y era mucho más detallado y cuidadoso que los de sus dos predecesores, de modo que es a Colombo a quien corresponde el mérito del descubrimiento.
El médico inglés William Harvey (1578-1657) estudió minuciosamente el corazón y se dio cuenta de que en cada lado tenía válvulas que permitían a la sangre penetrar en cada uno de los dos ventrículos, pero no salir de ellos salvo a través de las arterias.
También estudió las válvulas de las venas con su descubridor, Fabrici. Experimentó con animales, ligando una vena o una arteria y observando que la sangre se acumulaba en la vena en el lado alejado del corazón, y en la arteria, en el lado más próximo de aquél. Le pareció claro que la sangre circulaba alejándose del corazón por las arterias, y que por las venas retornaba a él.
En 1628, dispuso de todas las pruebas que necesitaba, y publicó un libro de setenta y dos páginas en los Países Bajos, con el título De Motu Cordis et Sanguinis (Del movimiento del corazón y de la sangre). En él avanzaba sus hallazgos concernientes a la circulación de la sangre: ésta abandona el ventrículo derecho, se dirige a los pulmones y regresa al ventrículo izquierdo; entonces deja éste, se reparte por todo el cuerpo y regresa al ventrículo derecho para reanudar el ciclo.
El libro fue acogido agriamente por la profesión médica, pero Harvey vivió lo bastante para verlo aceptado. Su libro representa el comienzo de la fisiología moderna." (I. Asimov)